No quiero echar a correr, quiero ir andando por mi camino y pararme a oler flores. Saludar a los que trabajan entre girasoles, a los niños que juegan en el río, a los alocados que saltan desde cataratas y gritan: "LIBRE".
Disfrutar de los minutos que me quedan, tumbarme en un lado del camino en un descampado sin árboles y dormir la siesta encima de una piedra. Bailar y que me pises un pie.
Quiero quitar todo lo que me sobra y aprovechar lo que tengo. Dejar de odiar lo efímeras que pueden ser las relaciones y volver a sonreír como en casa, después de una comida de la abu. Sonreír después de un buen consejo, dejar de parar los impulsos de los demás con el ceño fruncido y impulsarlos a bailar con el mundo.
Voy a crear un mundo lleno de canciones cortas y otro de canciones eternas. Cantar con la voz que no me queda y "artear".
Aconsejar paz entre acordes y susurrar amor en cada sílaba. Suavizar los labios con ternura y acariciar con la locura de la LUNA.
Desaparecen los vencidos y sólo aparecen corazones valientes, hoy no quiero vivir en tu mundo, quiero volver a Venus y andar descalza con una sonrisa enorme despertar bajo la luz de la niebla rosa.
Quiero ver burritos colgados de las estrellas y ratones huyendo a los volcanes.
• lo que se ve •
Hace 7 años
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