"Gravitation is not responsible for people falling in love."
Albert Einstein.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

C'est toi pour moi, moi pour toi dans la vie.

Hoy he soñado contigo, ha sido una de las cosas más raras del mundo. Hacía mucho que no te veía tan cerca, que pasaba tanto tiempo contigo, y ha tenido que ser un sueño. PUES VAYA.

Esto no me gusta nada, el amor me persigue hasta en sueños, no hay pacto de 23 días, no hay nada por el estilo. Sólo sé que en mi sueño me abrazabas, que yo lloraba y te decía que nunca más te fueras de mi lado, porque me romperías el corazón.

Típica historia quizás, pero me has hecho muy feliz esta noche. Y la próxima vez que te vea, cerveza en mano, me reiré por dentro, porque te he robado parte de tu tiempo sin que te hayas dado cuenta.

Típica historia quizás, pero ninguno de nuestros besos fue típico, ninguna de nuestras noches se parecen a ninguna otra...

Ya no tengo miedo a decir cuánto me gustaste, quizás si que me enamoré de ti. Ya no tengo miedo de decir lo mucho que llegué a apreciarte y la gran desilusión que fue saber que no era tu momento, que todavía te quedaba un tiempo por crecer y curar tus heridas.

Lo siento mucho, pero fuiste tú el que empezaste la pequeña historia de desamor que vivimos.


Es un texto raro, un sueño raro, parece... que hoy va a ser un día raro.
Un día raro entre tantos.

martes, 6 de septiembre de 2011

Summer time '18 (number one)

Las ganas de más locuras y más sinceridad me llevaron poco a poco al deseo de escuchar como te movías al andar por la arena. Escuchando un tango lleno de espuma, vi bailar a las olas y entre ellas las risas de desconocidos se confundían en una bonita canción.

Una canción en la que la luna y el sol del atardecer hacían un dúo lleno de escalofríos y, ante todo, BELLEZA.

Fandangos entre castillos de arena eran el recuerdo de una gran civilización de jóvenes jugadores de las miradas. Con los ojos cerrados divisábamos malentendidos abrazos, lágrimas de tranquilidad y botellas de ron llenas de cartas "destino: tus sueños".

El respetado mar con fuerza recordaba la importancia de la armonía y de la imaginación. El silencio que a gritos pedía mi alma llegó con un impulso provocador por los celos. Y la rabia fue invocada por unas ganas insaciables de bailar como un tigre en el agua.

Con palmadas recordé tu risa y rápidamente supe que ese era EL DÍA.

EL DÍA que provocaría un punto de inflexión en la Historia. Con una niña llena de vida que se tambaleaba con un gorrito en la arena, sentí alegría y una sonrisa imborrable se escribió en mi cara.

La brisa que se susurraba lentamente atravesaba cada beso lleno de sal. En cada rincón había un gesto lleno de vida y estoy segura de que eran la causa de cada uno de los latidos de mi corazón. A lo lejos vi a una pareja que muchas veces desearía que fuéramos nosotros.

Era una pareja como cualquier otra, pero algo me decía que el amor es eterno, que no desaparece, que no se transforma, simplemente permanece. Permanece, ya sea a la vista o escondido.

Es el eterno incansable. Un abismo lleno de sorpresas, de tiempo, de belleza... Hablo de amor.

Madrid, ciudad llena de eternidad.

Había olvidado lo mucho que me gusta Madrid.

Había olvidado el calor de su gente, los suspiros de las calles, los guiños de las farolas, los piropos que gritan los balcones...

Había olvidado la sonrisa que provoca en mi cara esta bonita ciudad.

Había olvidado cada recuerdo que he ido dejando en estas calles, un abrazo lleno de amor, un beso inesperado, muchas risas, alguna lágrima, pocos enfados, muchísima alegría, muchísimo agradecimiento, mucho amor, mucho de todo y mucho increíble.


Me alegro de haber vuelto, me alegro de no haber cambiado de trayectoria.
Me alegro de mi valentía, me alegro de no haberme dejado llevar.
Me alegro de ser parte de esta ciudad.
Me alegro de conocer la gente que conozco, me alegro de saber lo que sé, me alegro de ser quién soy.

Gracias a Madrid, gracias a la Vida, gracias a mis amigos, gracias a mi familia, 
gracias de todo corazón.