Quiero recoger momentos y guardarlos en una estantería en el centro de mi corazón. Un mundo que todavía es eterno y que está lleno de SOUL. Tengo una pequeña casa con un lago helado, los árboles se mueven con el viento que es feroz y hace a las nubes llorar (como hoy). Me gusta el viento y el fuego. Hay una hoguera, puedes verla si rodeas la casa, nunca se apaga. Tiene un "nosequé" un fuego especial lleno de vida.
Puedes escribir con las notas de una armónica que salen del fondo de una sonrisa o con la melodía de un "tarareo" de ese señor que tanto me gusta (es mayor y tiene una barba blanca que sujeta sus gafas y su sonrisa). Aquí nadie te dice que tienes que hacer, ni cómo lo tienes que hacer, sólo amas y lo haces.
El amor es como un laberinto, tiene muchos caminos, pero sólo uno te lleva a la verdad. Aquí no hay sitio para acentos muy concurridos, ni para signos de puntuación con la ausencia de una cara expresiva.
En esta casa puedes encontrar una nevera que te lleva a un mundo lleno de alimentos, con en tus sueños de psiquiátrico L. Hay habitaciones de todos los colores y en cada pared está escrito un sentimiento, los suelos son deslizantes pero no resbaladizos, no existen los zapatos ni los calcetines mal puestos.
Puedes encender el reproductor de música en aleatorio y si escuchas con atención podrás llenar tu corazón de versos de Antonio Machado. También podrás conocer algo tierno y débil pero de eso hablaremos más tarde.
En el baño puedes encontrar los azulejos llenos de inspiración y pasta de dientes que susurra. Si insistes y recitas una canción en el tono adecuado, el agua te dará una sorpresa limpia y pura.
En un sillón están arrinconados mis temores y encima está sentado un gatito, de color naranja que se llama "ratón". En una caja puedes guardar una canción y al envolverla con un lazo puedes (voluntariamente) encontrar valor para empezar de nuevo.
WOW.
ResponderEliminarCuánta razón tienes.
Muchos caminos, y sólo uno el verdadero....