Rema mar adentro, rema.

Confía, coge su mano, escucha su voz y que el viento siga.

Pon un nuevo rumbo, ni las olas, ni el viento podrá hundirte. Marinero tú puedes, los peces te siguen, ven el fuego que llevas dentro.

Rema, cuando descanses verás como el brillo de tus ojos se ilumina en el agua. Todos te esperan, quieren ver cómo creces, cómo amas y cómo aprendes.

Rema con alegría, rema con fuerza, rema contra la marea. Que no sean tus ganas las que te hagan hundirte, que no sea la pasividad, ni el miedo. Rema, no tienes prisa.

Ponle nombre a tu barquita, es tu historia, es tu vida.

"¿No será mejor dejarlo para otro día?"

No caigas, sigue adelante. Eres de los buenos, de los valientes, de los que me alegran la vida. De aquellos por los que las olas gritan y el viento moja. Sabes que no estas solo que el viento sea tu guía. Rema, mar adentro rema.

"Quién te dice que mañana, será otro día."

No es tarde, tú puedes.

Yo espero que llegues, espero cerca.

Inspirada gracias a Gonzalo Mazarrasa y su increíble: Junto al mar de Galilea.